Sistemas de climatización

Qué es un sistema de climatización

La búsqueda del confort en el hogar o en el lugar de trabajo es una necesidad que se remonta a épocas egipcia y romana, siendo estas civilizaciones las pioneras en utilizar el agua para calentar o enfriar sus casas con sistemas muy primitivos. No fue hasta el siglo XVIII cuando se inventaron los primeros mecanismos para acondicionar el aire tras experimentar con líquidos refrigerantes. Estos han evolucionado hasta nuestros días logrando que los espacios cerrados puedan alcanzar un estado de humedad, temperatura y calidad del aire adecuados para el bienestar de los individuos y objetos que los ocupan. 

Estos dispositivos deben dar respuesta a tres necesidades (la ventilación, la calefacción en épocas de frío y la refrigeración en momentos de calor) y deben adaptarse a las condiciones de la vivienda u oficina y del edificio en el que se ubican marcadas por la incidencia del sol, la iluminación, la temperatura externa, el nivel de ocupación y si tiene instalados dispositivos electrónicos que aumenten las cargas térmicas. En la legislación española el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) establece unos valores adecuados de climatización, en invierno entre 21 y 23 °C de temperatura y de entre un 40 y un 50% de humedad relativa del aire y en verano de entre 23 y  25 °C y de entre un 45 y un 60%. 

Cómo funciona un sistema de climatización 

En función de la tecnología actual, encontramos diferentes sistemas de climatización. Algunos funcionan con una bomba de calor (aerotermia) que capta el aire externo para utilizar su energía y con ella calentar o enfriar el agua que después se distribuirá por un sistema instalado en el espacio a acondicionar. Otros utilizan una batería para recibir agua fría o caliente y expulsar aire climatizado a través de un ventilador. 

Los hay que solo utilizan el agua como fuente de energía con calderas de gas que calientan un circuito de agua que se distribuye después por radiadores. Los más avanzados se conocen como mecanismos de geotermia por captación abierta pues aprovechan el calor del suelo siempre que existan acuíferos subterráneos. 

En cuanto a los que solo utilizan el aire se rigen por el mismo sistema de bomba de calor que realiza el proceso de convertir el presente en el ambiente —a través de un evaporador que contiene un líquido refrigerante que capta o cede el calor— para devolverlo después a través de un ventilador. 

Tipos de sistemas de climatización 

A la hora de elegir un sistema de climatización hay que tener en cuenta las necesidades a cubrir pues podemos optar por los que solo proporcionan calefacción o exclusivamente aire frío o por aquellos que son polivalentes para ambos requisitos. 

En el primer caso existen las calderas de gas natural para calentar el agua que después va a unos emisores que pueden ser radiadores externos o conductos bajo el suelo y otra opción son los radiadores y los termos eléctricos que requieren de menos instalación pero el precio puede encarecerse por el coste de esta energía. 

Fórmulas de refrigeración 

En el caso de buscar solo enfriar el ambiente, los aparatos tradicionales de aire acondicionado son aquellos que no llevan bomba de calor aunque la mayoría de los sistemas actuales la tienen incorporada para invertir el ciclo según lo que deban expulsar. En función la amplitud del espacio a acondicionar encontramos distintos tipos: los portátiles (manejables, sin instalación pero más ruidosos), los fancoil (compactos de agua y aire), los split (se componen de una unidad externa con el condensador y otra interna con el evaporador conectadas mediante conductos) o los compuestos por conductos instalados en un falso techo del inmueble. 

Si se trata de una nave o un local de mayores dimensiones se recomiendan los sistemas de volumen de refrigerante variable (una unidad exterior de grandes dimensiones y varias interiores), los multi split cassette (aparato con gran tamaño y potencia en el falso techo con varias salidas para distribuir el aire), los roof top (sistemas compactos con una o varias tomas y descargas) y las enfriadoras de agua (grandes instalaciones con una red de tuberías, colectores, ventiladores y bombas para la distribución del aire frío). 

Instalaciones de aire acondicionado y calefacción en Madrid

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